Odi Gonzales comienza su libro aclarando la posible contradicción que engendra el hecho de que la elegía es cuzqueña y su homenajeado es el Inca de Cajamarca. Nos recuerda que, con la ejecución de su hermano Huascar, Atahualpa fue el único rey Inca que quedaba. Esencializado y mítico, se convirtió en emblema de una nación vencida. Sin embargo, la muerte del primer Tupac Amaru fue mucho más importante, pues supuso ya la aniquilación definitiva de una estirpe, la destrucción de un mundo. Ambos incas se fundieron entonces en la memoria colectiva andina en un poderoso símbolo de resistencia, y la conjunción de ambos holocaustos propició la creación de la elegía.
Mercedes López-Baralt
Universidad de Puerto Rico
Odi Gonzales (Cusco, Perú). Doctor en Literatura
Peruana y Latinoamericana. Realizó estudios de Ingeniería Industrial y
Literatura en la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa.
Posteriormente continuó estudios de maestría
y doctorado en la universidad de Maryland, College Park (USA). Asimismo,
realizó un doctorado en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos de Lima. Poeta,
traductor, estudioso de la tradición oral quechua y profesor universitario en
Perú y Estados Unidos, ha publicado los libros de poesía Juego de niños (1989), Valle
Sagrado (1993), Almas en pena
(1998), Tunupa/El libro de las sirenas
(2002), La escuela de Cusco (2005), Valle sagrado/Almas en pena (2da. ed.
2008), Avenida sol/Greenwich village
(2011). Ha publicado también los libros de investigación Taki parwa/22 poemas de Kilku Warak’a (2000), El condenado o alma en pena en la tradición oral andina (2001). En
1992, le fue concedido simultáneamente el premio nacional de poesía “César
Vallejo” del diario El Comercio, y el premio de poesía de la Universidad
Nacional Mayor de San Marcos.
Su libro La
Escuela de Cusco, traducido al inglés por la poeta Lynn Levin, se encuentra
en prensa, editorial 2Leaf Press de Nueva York.
Desde el año 2008 es profesor en New York University.
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